Emparejando y cortando ramos, varas, palos, desenterrando troncos, arando la tierra, desyerbando matorrales. En la enramada detrás del bohío, almacenaban: mocha, botas de goma, hacha, machete, coa, asada, soga, sacos, huacales, cuaba, carbón, leña, bidones de agua. Caney techado en canas de palma, donde descansaban y se guarecían del sol y aguaceros. ¡Sembrando hielo!
Yuca Asada y Majarete
Asando yuca en medio del conuco, mientras mi abuelo materno Humberto construía y reparaba empalizadas, según me relata mi madre Gisela. Como ella y su hermana Nellys cuando eran pequeñas, lo acompañaban de pasadía algunas veces. En parcela ajena, arrendada sembraba y cosechaba por temporadas. Campos y parajes desde la Fortaleza de Baní hasta El Recodo. En alguna de nuestras amenas conversaciones de mi niñez, me había contado como amanecieron el y sus compañeros jornaleros; una tarde quedaron atrapados por un mal tiempo de agua, no pudieron volver al pueblo esa nochecita. Mientras se caía el cielo, ellos resguardados en el bohío de la finca, durmiendo en catres y hamacas. Preparaban de cenar un majarete en un anafe de carbón. En la olla mientras meneaban el majarete para que no se pegara del fondo, al cual inesperadamente le cayera un lagarto del techo de canas, causando un estallido de carcajadas entre todos, sacaron al no convidado del majarete y aún así, se lo comieron.