EL MENÚ DE MI COCINA


comida dominicana
Cuando visitamos algún restaurante lo primero que buscamos es el menú. Las diferentes categorías de alimentos, aperitivos, bebidas, caldos, ensaladas, postres. Esta es la guía para saber de acuerdo a nuestro antojo, lo que está disponible y escoger lo que vamos a ordenar. Entonces ¿Porqué no hacemos lo mismo en nuestra cocina? 

De acuerdo a nuestras posibilidades y tiempo para preparar la comida, empezamos algunas amas de casa a planear desde el día anterior, que se va a cocinar, al día siguiente. Las habichuelas, guandules u otras legumbres frescas o secas, las remojamos en agua para luego ablandarlos, antes de cocinarlos con su debido sazón, o los compramos enlatados, para facilitarnos parte del proceso y tiempo, debido a nuestras ocupaciones laborales. Los vegetales, se pueden comprar frescos diariamente, algunas sazonamos las carnes el día antes, u horas en antelación a cocinarlas. Muchas veces se nos hace pesado, cuando no tenemos al alcance algún ingrediente, y el salir de nuevo de compras nos demora, en la preparación; optamos también en improvisar.
Desde que amanece en la cocina dominicana, se comienza por el desayuno, ya tenemos las habichuelas listas para ablandarlas, en lo que limpiamos la casa, lavamos la ropa hacemos más piruetas que un payaso, lavando, fregando, majando el sazón, juntando el fogón, chequeando que no se nos acabe el tanque de gas para la estufa; seguimos con otro ojo (lavada) a la ropa, moviendo la carne, subiendo el arroz. Todo este maratón; para tener la comida lista al mediodía. Ya finalmente en lo que reposamos, nos tomamos el cafecito, de nuevo hay que hacer. Ahora a planear que se va a cenar.

Almacenar en nuestro refrigerador lo que necesitemos de uso inmediato no es mala idea y más si esto nos ahorra tiempo. Al tener disponible aceite, pasta de tomate, aceitunas y alcaparras, vinagre, u otros productos embotellados, el sofrito o sazón batido y refrigerado para unos cuantos días. También nos facilita los viajes de último minuto al súper o colmados.
Mentalmente preparadas, vamos a preparar un menú. ¡Manos a la obra! Simplemente comienza por lo que a tu familia en general le gusta comer, los días y el tiempo que puedas acomodar para ser creativa en tú cocina. Esto no quiere decir que debes estar metida en la cocina todos los días, es solo para que tengas  una idea clara, de los gustos y caprichitos gastronómicos de tu familia.

Años atrás, asistí como invitada a la casa de la madre de una de nuestras amigas. Estuvo muy deliciosa, toda la comida el ambiente y el trato que nos prest
ó. La señora madre de mi amiga era profesora, en ese entonces. Me sorprendió mucho un letrerito que tenía en su cocina y hasta en cierta forma gracioso, y peculiar para mi, yo muy amante de la cocina, también agobiada por el trabajo y el tiempo. Me di cuenta la esclavitud a que todas nos vemos sometidas en querer alimentar a nuestras familias. En resumen decía:“Cocina Cerrada Los Domingos”. La gracia del recuento, es que era un día domingo cualquiera, en Brooklyn, NY. Lo que quiero decir con toda esta redundancia es, planear por anticipado. ¡Tiempo!  Recuerden es la clave. Así nos sentiremos más motivadas y menos agobiadas cuando cocinemos. Porque para cocinar hay que estar buen humor, según mi experiencia.

Al estilo Dominicano como comienza y termina el día.

Desayuno:
Empezando por el café, chocolate caliente o un té con pan o arepa de maíz. Yaniqueques, pastelitos, mangú con huevos o salami, avena caliente, maicena, revoltillo de huevos con víveres, casabe con aguacate, etc. Ponche de huevos, Otros servidos en restaurantes, comedores o fondas familiares, cocido, mondongo, víveres con carne. “Salir sin desayunar es como salir desnudo a la calle.”

Almuerzo o La Hora de la Comida:
El mediodía. Entre 12:00 p.m. y 2:00 p.m. Casi todo se paraliza. La mayoría de los comercios cierran sus puertas, las escuelas terminan su horario matutino, los noticieros de la radio están en su segunda tanda, es cuando el calor y el sol están en su punto. Las carnes guisadas con arroz y habichuelas, moros, locrios, asopaos, todo lo que contenga arroz es lo que más se consume acompañados de ensaladas, guineos, aguacate o fritos maduros. Esta es la hora sagrada para comer los alimentos más importantes y pesados del día, además de la siesta aunque sea en una mecedora, luego una tacita de café para recargar las baterías y seguir con la rutina y las responsabilidades de ese dia.

Cena:

Esta a veces es ligera o pesada según se sienta el hambre. De nuevo los víveres sino se comieron en la mañana y sus diferentes compañas. Panes, arepas u otros cereales preparados con azúcar. Sopas o sancocho, espaguetis con pan, frikitaki, gabiao, yaroa, chicharrones, tostones, pan con aguacate, yuca frita, chimichurri y muchísimas más opciones sin dejar de lado  los restaurantes y las fritureras mas su gran variedad de alimentos, los cuales me tomaría, mucho tiempo y neuronas para recordar, por no estar presente en mi país desde hace muchos anos, e ir al ritmo del gran crecimiento que ha tenido nuestra gastronomía. 

Esmirna Rivas Tejeda ©2005