En sepia debí haber nacido, en blanco y negro crecí, de colores pinto mis recuerdos". |
Recuerdos renacen al amanecer, en las montañas, en el olor a campo donde retoñan mis remembranzas de días prolongados, entre el viene y va de una hamaca, en el sillín de una bicicleta. El columpio me embrujaba cuando el viento tocaba mis mejillas. Caballitos voladores, mariposas, atrapando cocuyos en botellitas de vidrio, y grillos en funditas vacías de esquimalitos, en el recreo cuando estudiaba en la escuela Canadá, allá en el Bani de mis recuerdos.
Escarabajos (catarrones) cubría su caparazón, como si estuvieran en una competencia, con tapas de refrescos embotellados, se movían de un lado para otro, en las noches, recostada en el piso fresco de la galería de mi casa. Lápices de colores, dibujos, garabatos en mis cuadernos de la escuela. El arco iris, lloviznas, gotas finas tocaban mi tez color canela, dorada por el sol tropical; quemaba mi espalda.